miércoles, 31 de diciembre de 2008

Una vez al año no hace daño




La San Silvestre y Nike.
Como uña y mierda.

El Blockbuster de las carreras populares, la super producción made in Hollywood que arrasa entre la plebe y al mismo tiempo horroriza a las minorías selectas y privilegiadas de este sacrificado mundo. Carreras de popcorn y un robacuartos de primera categoría, que diría un atlético Carlos Boyero entre otras lindezas.

Buah! Y qué más da? ¿es que acaso crees que no formas parte del rebaño, amigo? ¿y por un día? Acaso sólo degustas cine de autor? ¿nunca viste Titanic?

La San Silvestre es lo que Rock in Rio a los festivales musicales, Ken Follet a la literatura o las poperas láminas de Audrey Hepburn al pseudo arte; suntuosos envoltorios vacíos en su interior, bonitos caramelos de colores con sabor a nada rellenos de aire. Pero a todos nos gusta comer uno de vez en cuando. Cierto es que para otros tantos es el menú de cada día.

El dinero. El honor. Ya, ahí te doy la razón. Celebremos iniciativas como Correrporlapatilla.com, o los corredores okupas que deciden no pasar por el aro (o por taquilla) y no abonar los 17 eurazos que vamos a soltar a la multi del logo alado, y no hablemos de los 30.000 hombres-merchandising que seremos esta tarde, promocionándoles a bombo y platillo. Pues sinceramente, me da igual. Ellos están para vender, y nosotros para comprar. Y si no quieres no compres, y si no quieres no pagues. Y tan ricamente.

No nos engañemos, somos masa y formamos parte de ella. Y ser más consciente que nunca una vez al año no hace daño. Sólo pido una pequeña cosa; higiene. Sí, higiene. Toneladas de carne humana sublimada por el esfuerzo puede ser un cóctel molotov no apto para sensibles narices como la mía. Por favor, que no me ronde ningún sobaco maloliente en el reducido perímetro que me toca.

Por ser el último del año doy las gracias a todos los que pasaron por aquí y dejaron un poco de sí mismos.

Nos vemos esta tarde ovejitas mías.

martes, 23 de diciembre de 2008

¡Qué bello es Aranjuez! (Crónicas navideñas)



3 semanas y media después nos vimos en Aranjuez.

3 semanas de descanso y media de entrenamiento.

Duelo al sol; mis piernas y yo, yo y mis piernas, hijas díscolas de su madre y rebeldes impenitentes.

El día anterior a una competición es necesario el descanso. Evita copiosas y obligadas cenas tan típicas en estas fechas, (y a las que cada vez encuentro menos sentido), y no te dejes llevar por negativos pensamientos y/o de gran complejidad intelectual; esto último no será un esfuerzo en muchos casos, basta con no leer Ser y Tiempo de Heidegger por ejemplo, que no nos recuerde el inexorable paso del mismo, y así evitar la presión previa a la carrera en la lucha contra el crono y ser el hazmerreír en vuestros círculos deportivos adyacentes. Como ejemplo, os recomiendo visionar la jornada previa un Bricomanía, preparar una deliciosa tarta de queso o leer un Marie Claire como eficaz método de atocinamiento.

Qué bello es Aranjuez, qué marco incomparable, un enclave privilegiado para usted y su familia, con todo lo que necesita a su disposición, bien comunicado y con multitud de servicios... este texto, que bien parece extraído de cualquier folleto de una inmobiliaria a punto de quebrar, describe Aranjuez, la mar de bonito.

Allí nos juntamos los dos clanes, Pataliebri y Whitepowerini, dos de las numerosas famiglias de la mafia atlética. Representando a la primera, el capo Jose Sensey acompañado de Tito, Jota, Juan, Jorge y David. En confronto, las hermanísimas con todos los bambini en sus regazos. También presentamos nuestros respetos a don Paolo NSN en la línea de salida.






3,2, 1, pam! Salimos propulsados por las calles de Aranjuez; el primer tramo que no resulta muy halagador a nuestros ojos, (poligonero y con olor a pedo rancio) da paso a una sinfonía de ocres, sienas y tostados, y una gigante bufanda multicolor se enreda en los árboles desnudos. Qué preciosa estampa, galopando entre los reales jardines en un soleado día invernal.

'Cause You Can't You Won't And You Don't Stop!!, me cantan los Beastie Boys al oído. Me siento bien, trotando a ritmo sosegado, disfrutando el paisaje y sobre todo, de la agradecida ausencia de cuestas. Eva y servidora rematamos la faena en 58’ brutos, 56’ netos. Pilar supera la hora de forma muy meritoria; agradezco en su nombre desde aquí a Tito, ayuda inestimable para que la primogénita de las Whitetower consiguiera su objetivo.





El resto de los Pataliebri sacaron sus mejores armas y pisotearon el crono como bien saben hacerlo. Es su especialidad, puro atletismo organizado, (ver crónica del asalto en su blog).

Sí, me reitero, qué cabronas son mis piernas, qué bonita es la camiseta de la bolsa, qué hermoso es el río y sus patos, qué bien sientan las post cañas, el cigarrito de después y... qué bello es Aranjuez!

lunes, 15 de diciembre de 2008

show must go on!!



Como en aquella horrible canción.

33 son los años que cumpliré en el 2010 y 33 son los minutos que ayer corrí tras 3 semanas de parón; 30’ otorgados por prescripción facultativa y los otros 3 regalo de la casa.

Tras abrir el ojo ayer a las 12 y pico de la mañana, decido que es el momento de salir a escena y realizar una correcta interpretación teniendo en cuenta las molestias de las pasadas semanas. Tras desayunar un tibio cola cao con galletitas, me enfundo mi traje deportivo dominguero para ir entrando en el personaje al más puro método de Lee Strasberg. De riguroso negro y con mi chaqueta chandalera de yonqui de Pan Bendito, salgo a comprar el periódico, echar gasolina y visitar el Carrefour. Cuando quiero darme cuenta, son casi las 3 de la tarde, así que mi programado estreno deportivo parece abocado al retraso. Siempre nos quedará la depresiva tarde del domingo.

Pánico escénico, miedo al precipicio. Inconscientemente estoy retrasando el fatídico momento. En vez de preparar un rápido plato de pasta, descongelar el potaje de garbanzos de la semana pasada o tirar del asiático recién estrenado de debajo de casa, decido preparar un delicioso asado con patatitas y puré de manzana para acompañar. A las 5 de la tarde empiezo a comer. ¿Quién va a moverse con semejante piedra en el estómago? Necesito reposar y digerir. Retrasamos de nuevo la función.

Tras una siesta en el sofá, vuelvo a abrir el ojo a las 8 de la tarde. Tírate por el puente joder, me dice una voz interior. Con los ánimos algo bajos, decido por fín salir al exterior a correr de una puta vez. La sesión empieza a las 8 y media.

¡Qué frío carajo! Noto como se forman estalactitas en mis fosas nasales que cortan mi respiración. Me acompaña una arrítmica hiperventilación producto de los excesos de los últimos días; birras, copas y cigarrillos a gogó. Tras unos 25' aprox, un amago de flato me invade acompañado de unas arcadas que me recuerdan que quizá mi digestión quedó parada a los 33' de ingerir alimento. Me detengo ante la mirada de los pocos y valientes transeúntes y cabeceo boca abajo, por si el asado desea salir al exterior. Cualquier diría que vengo de botellón.

Vuelvo a iniciar la marcha algo más tranquila y sosegada. Al llegar a casa estiro bien y me doy cuenta por primera vez que mis piernas no se han quejado en ningún momento, pero sí mi pecho, mi estómago, mi cabeza...

Función terminada, aplausos en la sala, felicitaciones y una buena ducha de 33’. Hasta el próximo show.

jueves, 4 de diciembre de 2008

De apariciones marianas



10 días de inanición deportiva. Mis piernas gimotean tenuemente y yo, ay mísera de mí, ay infelice, apuro remedios y distracciones que aplaquen su hambre y dolor.

Fiebre del sábado noche; acudí a un traumatólogo de urgencia. Tras tumbarme en la camilla y remangarme los vaqueros, comenzó a acariciar mis suaves y recién depiladas piernas no con eróticas intenciones, sino para averiguar qué demonios se oculta tras ellas. Imaginaba violentos masajeos y una exploración casi hostil para que la verdad aflorara y sin embargo, unos torpes toqueteos de inexperto colegial bastaron para confirmar la ausencia de periostitis sin precisar que ocurre en la parte inferior de mi cuerpo. Ibuprofeno a toneladas y algún relajante muscular que me haga babear son sus recomendaciones. Ni hablar de correr.

10 años de estudios universitarios avalan semejante diagnóstico. No necesité yo tanto para llegar a idéntica conclusión.

Y aquí estoy. En el mismo jodido punto. 10 días después, con menos dolores pero sin visos de recuperación. Como en el cuento, sin saber qué camino escoger ; optar por un médico deportivo privado que me exprima y me saque los cuartos, acudir a un fisioterapeuta que me meta mano como dios manda, o algún podólogo que me confeccione unas plantillas como sastre que cose un traje a medida.

La gente no cree en lo invisible. Lo que no se ve no existe. Incrédulos les digo yo. Algo así ha ocurrido en mis piernas. Una aparición mariana en toda regla. Ahora soy la Bernadette del atletismo popular y predico una verdad que sólo yo conozco resultando imperceptible a los demás.

Manifiéstate o desaparece para siempre!!