domingo, 1 de noviembre de 2009

Qué Verde era mi Villa! (Media Maratón Villaverde)


Si atendemos a las afirmaciones de nuestros amigos los nigromantes, (véase un Rappel de tres al cuarto o una Aramis tarada en horas bajas), el 21 es un número mágico. Para aquellos chiflados que siguen a pies juntillas los dictados de la numerología y las pseudociencias, se trata de una cifra que ofrece una recompensa kármica, expresión absurda y tontuela difícil de entender para el escéptico de hoy en día. Pues bien, abramos la puerta de Tannhäuser para descifrar dicho misterio y explicar a los profanos en la materia (incluida servidora, incrédula de nacimiento), que el número 21, aseveran magos y sinvergüenzas "Nos da la victoria después de un camino recorrido, donde la fortaleza y decisión son puestas a prueba".

Hoy he comprendido a la perfección esta afirmación, a priori, como diría yo, tan chorra.

Hoy, for the second time in my life, he trotado a lo largo de una distancia de 21 kilómetros para finalizar cruzando meta de la Media Maratón de Villaverde, ese ex marginal y radial barrio madrileño, patria de la pierrotiana discoteca Big Bang y exportador del sonido tecno-choni (tecno sin h) español, mérito atribuído a los Camela Sound System.

Pese al parafraseo fordiano del título, ni verde ni villa, ni ostias en vinagre. Ni excelsos valles galeses, ni cabelleras pelirrojas a lo Maureen O´Hara. Los bellos riachuelos y frondosos parajes del film, aquí han sido traducidos en un raquítico río llamado Manzanares,foco infeccioso plagado de fragantes hedores que no olores procedentes en gran parte de la depuradora de San Fermín. Poco verde, si exceptuamos tal vez el de la marihuana que portan los johnnys en chándal que pululan en los alrededores del arroyo.

Así que el único verde que engrosará mis archivos mentales es el de una camiseta que lucía una salerosa corredora popular, cuyas posaderas (bastante amplias) han sido mi particular estrella de David dirección Carrefour (punto de inicio y final de carrera) confirmando el dicho popular áquel de, las apariencias engañan, dejando en la cuneta a más de uno y sin necesidad de propinar culazos a destajo, seguramente gracias a una cabeza bien amueblada y a la voluntad de un sargento de hierro.

Me invade la nostalgia (si es que la nostalgia invade algo) al recordar que mi primer post de este blog, tenía como leit motiv la alegría cosechada tras participar en aquella dura Media Maratón Villa de Madrid. Me congratula y me emociona haber repetido gesta e invoco al Marqués de Araciel o en su defecto a Octavio Aceves, a que me prepare una pócima mágica que me asegure una tercera, una cuarta, una quinta, y así hasta el infinito y más allá.

Y desde este valle asfáltico que me acoge y con el caldero lleno de polvos mágicos en plena ebullición, invoco mi canto de brujas particular, extraído del Libro Sagrado del Corredorem Popularem del siglo XII:

-Veintiuno,Veintiuno,Veintiuno,
Medias maratones hasta que sea Viejuno-

3 comentarios:

IRISHDECAI dijo...

Ya eres una medio maratoniana, asi que dejate de historias y prepara el Mapoma que ya lo tienes ahi. Ahi si que te dara para escribir un rato, ademas de disfrutar. Enhorabuena por esos 21, no los aparentas eh?

Mondo Gitane dijo...

Lamadrededios, citando a Tannhauser y la ostia... su pedantería de Vd. únicamente es equiparable a su belleza, señorita.
Yo tengo también una sentencia guapa, aunque de cosecha propia: "Deslizarme entre albañales y sépticos regatos, mientras el apesadumbrado sóleo me recuerda la insoportable levedad de este ser llamado Liveandletlive y cito a Romanescu en lenguas desconocidas, mientras navego a la deriva por entre vidrios rotos y profilácticos estriados"
Enhorabuena por su hazaña, Mademoiselle.

Pablo dijo...

La cuesta final, según he visto en las fotos que han publicado en forofosdelrunning.com, en donde se les ve pasar a los corredores agónicamente por debajo de la pancarta del km 21, a tan sólo 100 metros de la meta, es mucho más impresionante que las rampas del Mortirolo cuando las escalan los sufridos ciclistas del Giro de Italia. Respect.