jueves, 21 de enero de 2010

La teoría de la curva y la recta




Una vez al año no hace daño, ...o quizás una vez al mes, como lo ves?

Si el running es disciplina, mantener un blog abandonado de la mano de dios es también una tarea harto complicada y que requiere de una férrea voluntad para ser actualizado con cierta periodicidad.

Así que, para llevar a cabo esta vaga declaración de intenciones, tiro en este preciso momento de la papelera mental de reciclaje para rescatar algunos temas que pasaron por mi cabeza pero no por mi editor de texto habitual.

Desde que comencé en ésto, siempre me vino de manera fugaz la teoría de la curva y la recta. Mi nula disposición a recorridos circulares en contraposición a la querencia por trayectos lineales me hizo reflexionar acerca de la psicología del running. Porque no sólo de camisetas técnicas y plantillas pronadoras vive el corredor; detrás de tanta bolsa y tanto traumeel, se esconde toda una filosofía del pensamiento deportivo que nada tiene que envidiar a planteamientos estructuralistas o ideologías quinquis incluso.

Correr en círculo implica pensar de modo circular; las ideas se atropellan entre sí, no hay punto de partida ni punto final, el bucle se plantea infinito y merma las capacidades psicológicas del corredor. Correr en recta significa pensar en modo lineal, los pensamientos vienen de forma lógica y somos más capaces de resolver nuestras ecuaciones y problemas mentales. Principio y fin.

En ésta teoría de la curva y la recta, también intervienen los factores aplastantes relacionados con la situación física. Resulta casi imposible claudicar en mitad del camino con la mochila sobre los hombros y dejando atrás un camino regado de esputos como las miguitas de pan que dejaba Garbancito en el cuento. A 6 kilómetros de casa y portando en el mejor de los casos, una billetera semivacía y un ajado metrobus que utilizar en la estación de Retiro, parada intermedia en mi itinerario, o si lo prefieren, odisea de tintes homéricos a bordo de unas New Balance de última generación.

Nada me supone más placer que finalizar mi largo viaje para descubrir el rostro de Penélope, esperándome con una sonrisa en los labios. Y ese es mi principio y fin.

4 comentarios:

Mondo Gitane dijo...

My Gosh, sus alardes culturetas hacen palidecer los devaneos metafísicos de Vive y Deja Vivir aka La Viejuna de Ida y Vuelta, qué despiporre, madre. El running no es disciplina, el running es determinismo y ruptura, y no señalarse, y ésto Vd. aún no lo ha pillado, por lo que veo. Las personas faltas ya ni comentan, imagino que porque no entienden, ni falta que hace, en qué ha devenido todo esto. De colgar utubos de Jeffrey Hyman al estructuralismo lumpen patipatuprimo. Heidegger anyone?
Un abrazo y enhorabuena por esas NB tope gama...

Tío Dimas dijo...

Descampao anyone?

carmencita dijo...

No sé si se ha dado percatado Vd, querido Gitane, que nos hemos quedado los dos solos en el furgón de cola de la carrera, mientras los demás están a un paso de la meta entre sensaciones, fotos en podios varios y una euforia colectiva que impide ir más rápido en la pisada pero más lento en el pensamiento. Así que, como compañero de penurias e incomprensiones, sólo me queda decir que...

...enjoy the ride

maelvolo dijo...

Señorita, a cualquier cosa le llama usted pensamiento.