
hola a los xxxxxxx visitantes del blog!
Como en la pelicula aquella de Hitchcock, tengo la necesidad de confesarme. Confesar mis pecadillos, y hacer saber la poco disciplinada semana que llevo a mis espaldas. Tras la resaca de la AVT, empecé el lunes muy animada al haber conseguido el objetivo dominguero, así que decidí tomarme el día de descanso... y también el martes; trabajo acumulado, stress y nervios ante la esperada firma que esta misma mañana Daniele, el guerrero veneciano y yo teníamos pendiente tras 2 años de incertidumbre. Un cúmulo de circunstancias que me obligan a justificarme por mis escasos entrenamientos de estos días, habiendo salido únicamente el miércoles a entrenar. Ayer, con la plena intención de volver a hacer mi tirada habitual, llegué a casa derrotada, después de inhalar durante todo el día los efluvios del pegamento que durante toda la jornada invadió el estudio en el que trabajo. En estado casi catatónico, no pude ser capaz de sacar suficientes fuerzas para calzarme mis Carrefour 2000 y salir a trotar por las calles. Esta mañana mi cabeza era una olla express, los efectos nocivos de la cola del demonio han seguido torturando mi cerebro, apenas podía respirar y pensar al mismo tiempo, sentada en mi ordenador, y con la presión que supone preparar una presentación "importantísima", he pasado el día somnolienta, como si el día anterior me hubiera atiborrado a cutty sarks, lo peor de todo, es que no huelo el alcohol desde hace una semana.
Debido a esta presentación "importantísima", he llegado a casa casi a las 10 de la noche, he faltado a mi habitual cañeo de los viernes, (dogma de fe para mí), y por supuesto, ni hablar de corretear un poco, claro. Dios mío, cúal será mi penitencia, apenas he entrenado, para colmo de males me acabo de meter entre pecho y espalda una mega hamburguesa con su ración extra de patatas, y ahora mismo, voy a encenderme un cigarrillo para rematar mi camino a la perdición.
...todo esto, a dos escasos,(mm de tu bocaaaa), días de una carrera de 10 kilometrillos. Aunque el sabio José Sensey me recomienda reposo la jornada previa, tengo la necesidad imperiosa de expurgar mis pecados, y mañana saldré a comerme el mundo y correr un poquito para sentirme mejor conmigo misma. Algo similar me pasó en la Media Maratón de Madrid, (ya contaré qué me pasó, mi glotonería me pasó factura), aunque corrí la carrera como una jabata finalizando en 2 horas, y sin pararme una sola vez!!
ay, que dios me pille confesada el domingo...
besos